El monte Nebo es más conocido por ser el sitio desde donde Moisés miró hacia Tierra Santa pero no entró y donde se construyeron una iglesia y un monasterio en su honor. El libro de Números (33:47) menciona que cuando los hijos de Israel partieron de Almon Diblathaim acamparon en las montañas de Abarim, frente a Nebo, y que los hijos de Rubén reconstruyeron la ciudad (Números 32:38
La ciudad quedó en manos de los moabitas, según Isaías: “Moab se lamentará sobre Nebo y sobre Medeba; en todas sus cabezas habrá calvicie, y toda barba cortada” (Isaías 15:2-3). El profeta Jeremías (48:1) dijo de Nebo: “Así dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: ¡Ay de Nebo! Porque es saqueado